Existen muchas y diferentes teorías sobre los métodos y los conceptos de la restauración de un monumento. En ESTUDIO DE DISEÑO, respetando los criterios ajenos, consideramos que hay que desarrollar unas investigaciones profundas y minuciosas. Estudios: históricos, patológicos, arquitectónicos, químicos, estratigráficos, arqueológicos, y en todos los demás sectores, que (profesionalmente) sean necesarios para una intervención competente y profesional.
Una vez determinado el criterio de restauración, hay que pasar de puntillas por el monumento, sin que nuestra presencia se advierta. Nadie de los que actuamos en este campo, tenemos derecho de borrar con nuestras actuaciones, el legado que nos han dejado tantos y tan ilustres maestros que nos han precedido.
Nuestro criterio es eliminar todo lo espurio, y en la medida de lo posible, conservar recomponiendo el original sin engañar, dejando reconocible donde se ha actuado. Pensamos que para dar rienda suelta a la creatividad, hay tantos otros campos abiertos en el mundo de la arquitectura, donde cualquier ensayo es enriquecedor y bienvenido. Otro de los aspectos que nos parece fundamental es el respeto a los materiales de la construcción. La introducción de nuevos elementos tiene que estar muy dosificada y bien justificada. Esto no quiere decir que la prehistoria y la era 2000 no puedan ir de la mano, todos los avance técnicos de nuestra era pueden introducirse, sin herir al monumento, actualizando su uso y prolongando su vida